¿Cansado de la vida? ¿Harto de vivir el día a día sin que parezca tener fin y llevarte una recompensa? ¿Vives hastiado por la sociedad que corrompe al mundo?
No sufrás más. Ya estoy yo aquí para que pierdas 10 minutos más de tu vida leyendo este nuevo blog, que, tranquilos-no-os-asustéis, seguirá siendo una crítica a las mejores películas de la historia, pero también tendrá aportes crítico-sociales y puteros de esos. Total, es mi blog, yo soy Willy Wonka, esta es mi fábrica de chocolate, y como tampoco lo lee nadie, no creo que a nadie le disguste.
Resulta que el otro día, aburrido en mi mágico mundo, me detuve a pensar en lo que nos rodea. Vi el horror, vi el fin, vi una sociedad totalmente polarizada y despedazada que no lleva a ninguna parte. Estamos volviendo al tribalismo pre-medieval, donde cada pequeño grupo, a cada cual más absurdo se junta en lugares determinados para hacer lo mismo que hace exactamente cualquier otro grupo dos calles más abajo en su propia zona. Los yuppies vuelven a triunfar en la sociedad, correteando de una lado para otro con sus trajes elegantes y sus últimas adquisiciones tecnológicas. La Blackberry está de moda, pero Skynet pegará más fuerte. Ya veréis,ya. Pero los pre-yuppies, los nuevos pijos, los niños bien de la nueva hora. Eso sí que no. No los trago. No se puede lidiar con ellos. Son, fueron y serán lo mejor de lo mejor del mundo entero, señor, no hay nada por encima ,y lo de debajo no importa en absoluto. Viven en un mundo aparte, hacen lo que quieren y cuando quieren, y como quieren. No les importa la normativa vigente, no les importa la autoridad, porque son los ricos que todo pueden hacerlo, y para ellos el querer es poder. Si les apetece mearse en la puerta del Congreso lo harán sin duda, porque Papá Monopoly hace lo que quiere con los billetes de 200 euros con los que se limpia el culo. Y así nos va amigos, con los ricachones barrigones Monopolis que todo lo controlan y manejan el mundo en la palma de la mano, y con sus niños que serán lo mejor sin duda alguna, porque sus papás son lo más.
Los dinerosos guays vienen pegando duro, pero no hay que resistir, no hay que echarse atrás. hay que dar dos pasos adelante y mostrar quién vale y quien no.
No perdamos la fe en la humanidad mientras haya tiempo.
-----------------------------------
Hoy, haré una excepción. Y no meteré cine costra. Hoy voy a hablar de una película excelente.
PARECÍA UN HOMBRE TRANQUILO (He was a quiet man, 2007)
Bob McConell es un oficinista que está harto de sus superiores y del trato que recibe a diario en el trabajo. Su vida es un infierno, y quiere acabar con ello. Pero como se dice a menudo, si caigo, no lo hago sólo. Así que planea una matanza en su centro de trabajo, pero justo en el momento clave de cargar el arma del crimen, un compañero se le adelanta, haciendo exactamente lo que él iba a hacer. Sin embargo, por un casual erróneo de la vida se coniverte en un héroe al salvar a una preciosa compañera de trabajo, le ascienden y se coniverte en el más guay de la oficina.
Pero no todo es oro en esta mierda de vida. La chica a la que salva se queda paralítica, y le echa las culpas a él,como no, por no dejarla morir. Bob, en secreto enamorado de esta muchacha, no cumple el último deseo de esta: arrojarla a la vía del tren. Y progresivamente empieza entre los dos una relación preciosa, que por celos, locuras y esas cosas, terminan causando una nueva desgracia.
El objetivo de hoy no es decir: mirar que mala es esta película. No. El objetivo es corregir la crítica de meirda de una de las peores páginas de críticas de cine. Filmaffinity. Eso no cuela. Esta película no puede tener vuestro 5.8 de mierda, porque seguramente los "críticos" no la han visto. No estoy diciendo que mis "críticas" sean el alfa y el omega de las críticas cinematográficas, ni mucho menos, pero yo invito a ver una pleícula, por muy mala que sea, no la rechazo totalmente antes de intentar darle al play.
Así que, amigos, si en estas vacaciones no tenéis mucho que hacer, y queréis ver algo que no haga que os estallen los sesos, os revienten los pulmones y se os paralice el corazón, podéis ver esta maravilla de crítica social: Parecía un hombre tranquilo, protagonizada por Christian Slater y Elisha Cuthbert,
NO tiene pérdida.