domingo, 15 de abril de 2012

¿Qué pasó en Santa Pola?

Amigos, hermanos, camaradas. Hay veces en la vida y momentos que no se olvidan. Hay otros, que por desgracia sí, demasiada bebida y tal... Una pena. Pero hay excursiones, viajes legendarios, de esos que por mucho alcohol y drogas que haya por medio, no se pueden olvidar. No se pueden olvidar porque son demasiado mágicos para cualquier persona.
Procedo hoy, en este mismo blog, a relatar la historia de un viaje al más allá, de algo que fue, es y será legendario hasta que la historia de los hombres (y mujer) que lo vivieron, hasta que esos héroes sigan en pie. Esto fue, para algunos, el final de sus vidas, y para otros, el comienzo de la leyenda. Fue el bautizo de lo que se denominan ahora Viajes de puta degradación, los cuales consiste en unos días, entre 7 y 12, de morir, dormir, beber, volver a morir, y al final, sin saber como, encontrarte con vida volviendo a casa. Sin más dilación, que comience la historia...
Y que el Señor perdone por contar las historias más prohibidas que vieron la luz, y que todo el mundo escuche mis palabras. AVISO: MEJOR NO PREGUNTAR....

Santa Pola: Confieso que he pecado.

Vemos el cartel promocional del viaje: Santa Pola. No es ciudad para viejos, haciendo referencia a un libro sin sentido y una película protagonizada por un señor odioso. Crónica de una borrachera anunciada, bendiciendo a Gabriel García Márquez y su aparición en selectividad. Y haciendo una síntesis de todo el año que culminaria en este viaje, con elementos como El chupacabras acechando sobre el señor censurado practicandole fisting a otro, el duelo eterno entre Mourinho y Guardiola que sigo sin saber muy bien qué coño pinta en el viaje, yo mismo profetizando sobre lo que seria lo que vendría, Bolzano, autor del teorema más difícil de aprender y más fácil de olvidar, que puede resumirse en palabras de un sabio:
"La gráfica se desvía en el eje X y es continua en x=1, ergo Bolzano tenía razón.", Victor Yefimovich Medijoy, eterno....
Y bueno, elementos aleatorios como Iron Man y los señores dopándose, alegoría de un trabajo que casi nos cuesta la vida....

FLASHBACK
-Va, con un par, entramos y preguntamos. Pero tengo miedo.
Entrada a VIVA EL MÚSCULO, tienda de proteínas y guarradas para ciclarse.
-Buenas. Venimos del IES Alpajés, y estamos haciendo un trabajo. Nos gustaría saber si nos podría proporcionar información sobre productos que mejoran el rendimiento deportivo.
-¿Productos?
-Si,bueno, sustancias...
-¿CÓMO QUE SUSTANCIAS? (ENFADO NOTABLE)
-Eh,bueno,si, sustancias, alimentos...eh...
Brazo ultravenoso tan ancho como un camión golpeando el mostrador
-Lo siento, pero estoy ocupado.
Trampas se acerca, y susurrandole al oído rollo yonki/señor tímido pidiendo condones en la farmacia
-¿Tienes tebarán?

Volvamos al ataque.


Esta es la historia de un viaje que era imposible. Del viaje que pudo ser, pareció que no, y al final sí fue. Comenzó todo cuando a alguien se le ocurrió hacer el Camino de Santiago, cosa que nunca fue, y alquilar un piso en Santiago de Compostela, cosa que jamás pasó. Fue en ese momento cuando una bombilla iluminó mi dispersa cabeza, llevándome a recordar que tenía una casa en un lugar perdido del mundo llamado Santa Pola. Aquel lugar donde nunca pasa nada. Aquel pueblo del infierno que después de 9 años seguía siendo igual, con los mismos 3 amigos, las mismas 3 leyendas de siempre (Y que Dios les acoja siempre en su Gloria). Aquel pueblo en el que podía pasar algo grande en algún momento de esta vida. Y sería bajo nuestras manos...
En esos instantes se comenzó a labrar la historia de un viaje apasionante, con casi demasiada gente. Pero pasaban las horas, los días, los meses, y el viaje nunca salía adelante. Desde mi tristeza, veía a través de mis lágrimas como el viaje se quedaba estancado, y nadie daba un duro por él. La gente mostraba su ilusión, pero a la vez se veía como no iba a ninguna parte. Y todo el mundo pasaba....

Y así pasaron los meses, y llegué yo a irme a Santa Pola, ciudad de ladrones, sin que nada hubiese quedado sentenciado. Y la gente seguía con la misma actitud. Pero un día llegó un hombre. Un hombre por encima de todos los demás, un grande en su tiempo, un genio de la nueva era, y contempló la indecisión a su derecha, la indecisión a su izquierda, y entonces dijo: "BASTA...".
Fue únicamente en el momento que ese hombre decidió ir allí a morir si hacía falta y comprar un viaje de sólo ida cuando los demás consiguieron animarse. Y otro peor que él, le quiso acompañar en su cruzada, el que inventó el cartel promocional, el nacido de la perversión. Ese. Por desgracia, el destino volvióse en su contra, y cuando pensaban haber adquirido tanto él como el engendro que le acompañaba en su camino dichos billetes de aeroplano, los dioses nórdicos se aliaron en su contra, y les hicieron, como se diría en tierras bajas, la picha un lío. Resultado: no había billetes. La desesperación volvía a cundir entre estos dos caballeros. 

Mientras tanto, ya en Santa Pola, un hombre se volvía loco. Literalmente. Cada día se veía más perdido y con menos posibildiad de encontrase. Y ese viaje era su última esperanza de salvacion. Y pasaba las horas llamando, gritando, metiendo presión para que la gente fuese de una puta vez. Ese hombre, ese grito desde el lado más oscuro de la locura, era yo. Y cuando todo lo veía negro y más y más negro, alguien me llamo, y me dijeron: Vamos parriba.

Esto no es otra cosa que la historia de cómo 4 valientes, 4 locos, 4 tarados, se embarcaron en un viaje a la más puta degradación. Un señor que ya estaba degradado de por sí y esto, bueno, no hizo más que darle otro empujoncito en su camino; otro caballero que no pintaba absolutamente nada allí, desconocido para el resto menos para mi, pero promotor principal del viaje; una mujer, UNA MUJER, valiente como ella sola, atrevida para rodearse de quien se rodeó; y el más grande, en todos los sentidos, el que vino con los pies descalzos haciendo el camino desde Guardamar.... Y así, comenzó todo.



Por desgracia, no todo fue un camino de rosas y otros quedaron atrás, como tantos otros que cayeron con la cara en el barro, heridos, y muertos por defender la justicia en el Vietnam. Los pirineos cántabros se llevaron a algunas.  El trabajo de verano pudo con otros, los tiburones en la playa no son buenos amigos de los socorristas. Igualmente, las madres enloquecidas pudieron con otra estrella de la película, con otro olvidado del viaje, y evitaron igualmente que Santa Pola conociese la trampa más absoluta que pueda existir. Sin embargo, durante toda la odisea fueron recordados como los que más, como los héroes que fueron y nunca figuraron en los libros.
Desde aquí les homenajeamos con 2 minutos de silencio, por ser más grandes de lo que podrían ser.

Por ellos...


Y llegaron de mala manera, diciendo que estaban por Torrevieja a 20 minutos para trampearme, luego que estaban perdidos en una fábrica de sabe Dios qué, que si se habían ido y les atacaban las gaviotas...Para luego no haberse movido de la estación de buses. Me cago en su puta madre...Pero habían llegado, que era lo que importaba. El verbo, se habia hecho carne.


Llegamos por fin a mi casa, después de recorrer una sola calle, UNA-SOLA-CALLE, a unos cuarenta grados o asi, sucumbiendo ante el clima del desierto santapolero. Llegamos al fin, y nos volvimos a ir de compras. Allí por donde regresamos, todo el mundo asimilaba que íbamos a hacer botellón, cuando realmente llevábamos comida, fundamentalmente. Bien es cierto que no miento. En proporción ganaba la comida, no el alcohol. No me equivoco y no miento. Y sino que me lleve el demonio. Pero claro...alcohol había, cuanto menos, en abundancia...Había que abastecerse...
Tras la primera cena, totalmente despreciable y desagradable ( ¿A quién se le ocurre comprar hamburguesas con trozos de verdura incrustado?), vino la primera noche, que no fue gran cosa tras un concierto de unos señores que no estaba muy claro si tocaban música o rezaban al demonio...
La segunda noche, por así decirlo, fue mucho mejor. Litros de alcohol corrían por tus venas, mujer, que decía Ramoncín, y todos acabamos con el ala un poco tocada, y siempre, siempre levantada. La única mujer, amazona como las que ya no se fabrican, durmió abrazada a una botella, como mandaba la profecía, y el rubico de los güevos, que pudo ser peor todavía, bebió más de lo que hubiese imaginado, tanto que, según cuenta la leyenda, acabó llamando a gritos a mi amada vecina Angelines en una calle cuanto menos desierta. Lo que tuvo que sufrir la pobre Angelines...Ay César...César....
Sucumbiendo a la decadencia...Haciendo historia...



Pero claro, cuando te vuelves loco, te vuelves loco de verdad. Y decides, camino por la playa, mientras llevas a la inconsciente esta a rastras, fundar tu propio club de la lucha.


Y así pasa. Pasa que acabas tragando arena después de que te manden al suelo con un puñetazo en la cara. Y con un trapo de cocina sujetando unos hielos en la cabeza para que se te hinchen los ojos...Hijo de puta....

Yo me llevaría la ostia, pero ella seguía inconsciente

Al día siguiente, es cuando te das cuenta de la clase de personas que tienes en tu casa. Después de ver un hombre tumbado en el suelo, con un albornoz totalmente abierto sin nada debajo, echando espuma por la boca y tocándose el cimborrio, y, separados por una fina pared, a una mujer abrazada a la taza del váter hablando en idiomas desconocidos, tu vida cambia. Luego ya vienen cosas como crear folletos propagandísticos para Votar a Franco en las elecciones, poner el Himno de España y el Cara al Sol a todas horas nostalgicamente y ver vídeos de la División Azul e Intereconomía a todas horas, que son secundarias. No preguntéis....

Pero claro. Llegó el mayor descubrimiento de la historia de la humanidad. Algunos buscaban el Santo Grial. Pero nosotros, con dos cojones, encontramos algo mejor. Mucho mejor. LA JARRA. Que segun cuentan las leyendas, era una especie de florero o algo así, que nadie sabe de dónde coño salió, pero en fin, estaba en mi casa. Al igual que el mundo recaía sobre los hombros de Atlas, el peso de la Jarra, recaía sobre nosotros...

 ¡Dioses del Olimpo...Qué castigo me aguarda!

Vaya pose torero...

Recuerdo que eran más de 3 litros...Chúpate esa, Doll.

Y claro, muy bonita la jarrita, pero cuando se rellena 4 veces por noche, es porque se gasta, ¿no? Pues el pan de cada día. Que si sabe Dios cuanta cerveza, que si ahora vodka limón (en un 90-10 a favor de los rusos) y que si lo que sea... Total, que acabamos bebiendo todo menos agua, que era el que tragábamos en la playa y poco más...Porque ya me dirás tú, dónde vamos con 5 litros de agua para 5 personas en 6 días...No. Así, no...
Y claro, cuando esa jarra se vacía, comienzan a aparecer efectos. Y la gente se vuelve loca, se desquizian, les da la felicidad, y bueno, se censuran imagenes...

Siendo violado...creo...

Sólo dormían... mientras el resto del mundo veía Intereconomía...

 Pura vida

AMISTAD

VAMOS VALIENTE.
 (Véis ese señor en albornoz,¿no? Pues vivió con eso, sin nada debajo, y con una puta toalla de mierda amarilla que usaba para absolutamente todo durante los 6 días. )


Recuerdo también que alquilamos un patín de estos con tobogán en la playa, donde se me jodió un reloj, fuimos acorralados por una medusa enfurecida...y bueno, esa parte no la tengo tampoco muy lúcida...
Pero echo de menos un viaje así. Echo de menos el sonido del clarinete en el balcón haciendo sonar el himno nacional cada mañana, haciendo aplaudir a los vecinos que en la piscina se encontraban (Historia veridicA), y gritar "Bravo". Echo de menos barrer mi casa y encontrar SACOS, PUTOS SACOS DE ARENA en las camas. Echo de menos el whiskito de media tarde al fresco del balcón subiendo de la playa, empezando pronto la noche
-¿Qué llevas en el vaso?
-Coca-cola.
-¿Si,no?¿Con qué más?
-Bueno, con whisky...
-Pronto empiezas tú,cabrón...
-Coño, el whiskito de a media tarde....

Pero esto no acaba aquí...La Jarra no fue el único receptáculo maravilloso para beber. Que mejor utensilio para beber y ponerte hasta el ojete que... UNA SANDÍA!!!!

Sí amigos. Cuando dejas a 5 catetos como nosotros intentar hacer una sandría, pasan cosas así. Que nos suda todo la polla, y echamos ahi la sangría después de comernos la sandía a cucharazos. Pero claro, esto es la degradación, y uno se piensa que le estamos echando sangría, y otro cree que su misión es echarle vodka, y otro va y le echa cerveza....Y así pasa. Que la sandía, se inmola.
Pues sí. A grandes males, peores remedios. Y para tapar heridas, una tirita,¿no? Así funcionan las cosas. Estos son los extremos a los que llegamos... Y claro, entre la sandía que acabó pudriéndose en la cocina llena de moscas y bichejos inmundos, intentando ser lanzada a un vecino como alguien sugirió, y la puta jarra.... Mal rollo. La gente pierde el norte, y pasa lo que pasa...

Lo dicho, no os molestéis en preguntar...

Pero en medio de todo ese barullo de inconsciencia, asco, putrefacción,¿ he dicho degradación ya? Aparece otra leyenda. Que no tiene nombre, y cuyo objetivo es acosar sexualmente a niños pequeños a la salida de un parque de atracciones mostrándoles el pene por la ventana de un segundo piso e incitar a las personas a la masturbación a la orilla de la playa. Una aberración que se cubre su rostro por vergüenza con una bolsa de patatas...Una monstruosidad que se pasea en pelotas constantemente y recurre a hábitos onanistas mientras friega platos...Y así los fregaria, ahora que lo pienso...

El horror...

Y bueno, mucho beber, y mucho comer. Mucho comer MIERDA. Porque estuvimos 6 días comiendo PUTA MIERDA. Recetas clásicas, como perejil con pollo (que no al revés), tortilla francesa de queso, las famosas hamburguesas con verdura incrustada que se deshacían la mirarlas, tortilla española a la brasa o a medias (mitad sin hacer, mitad quemada y raspada para disimular...), o arroz frito con sabor a MIERDA, spaghettis al whisky y arroz al vodka. Para darle sabor....No te jode. En fin, si sobrevivimos a esas comidas, que tiemble Ferrá Adriá, porque le abrimos un restaurante y le damos por el culo. Rompiendo los huevos con la cabeza para hacer tortilla y cortando patatas al estilo samurái...Podríamos haber muerto varias veces....
No obstante, cabe destacar la integridad que tuvimos y resaltar el bajo porcentaje de vómitos. Eso sí, cuando nos cansábamos de la meirda más absoluta, tirábams al WOK, a deprimir a los señores que lo regentaban ingieriendo 7, 8 y hasta 9 platos... La gente no tiene fondo en el estómago, pero en ninguno de los sentidos...Beber y comer. A eso nos dedicábamos. Qué tiempos. 
Y así una noche se encadenaba con la otra, y con la siguiente, y con la siguiente, y seguías igual de borracho 6 días después....

Aquella mezcla de alegrías y tristezas, de noches mirando el fondo de un vaso vacío mientras se te ponen los cojones de pajarita pensando que uno esta llamando a su padre para contarle lo rayado que está mientras grita: PADRE! PADRE! TENÍAS RAZÓN...
Y luego, cuando duermes, te pega el puto susto de tu vida diciendote a la oreja que su padre tenía razón...Será hijo de puta...

Pero no todo eran rayaduras, joder. Hubo muchas, muchísimas alegrías. Muchísimas más que tristeza y alcohol juntos. Bueno, no. La ingesta acolhólica batió records históricos. De hecho, llegamos a prescindir de vasos, y bebíamos de un embudo. 
¿Por qué no? Como un puto héroe.

Y así fuimos muriendo poco a poco...
Pero ahora os pregunto. ¿Alguna vez habéis bailado con el demonio bajo la luz de la luna al invocarle con gelatina?
Hay que echarle huevos... By the way, gelatina con vodka. No lo intentéis. Pega, pero sabe a rayos.

Y más o menos, hasta ahí fue todo. La parte más dura de todas, fue limpiar mi casa. Horror... ¿Cómo camuflar una mancha de vino tinto en el colchón? Dándole la vuelta...Ya. Una polla. Pero bueno, quedó más o menos decente...Hasta que recordé que el horror de persona ese se dedicó una noche a vaciar todos los putos cajones de cada uno de los muebles del baño y a esparcir el algodón del botiquín por toda mi propiead...Y ya me véis inventando excusas de por qué tengo la casa llena de medicinas, de pelotas de goma para la playa, y contando la historia de qué coño había pasado con el algodón...No tiene precio.

Posiblemente me deje algo en el tintero. Con toda seguridad. Es muy difícil recordar tantas cosas si os digo la verdad. Pero algo si que os digo. Nunca, JAMÁS, se os ocurra llevaros a esta gente a un viaje. Nunca les invitéis a vuestras casas. Porque las destruyen y os destruyen a vosotros, que es peor. Os meten en una espiral de locura y de muerte y de mierda y de destrucción, y acabáis bañándoos en la playa a las 5 de la mañana en pelotas y huyendo de la Guardia Civil que hace la ronda... O asomándote al llegar a casa y pensar que es tarde cuando ves que el servicio municipal de autobuses ya está en marcha.
Hacedme caso, gente, No os les llevéis, nunca. No os acerquéis a ellos....
Si. Me destruyeron la casa.
Si. Me hundieron en la miseria más degradante.
Sí. Me intoxicaron con sus comidas fabulosas.
Sí. Me drogaron en sus fiestas de mierda que yo mismo organizaba.
Sí. Me ponían himnos patrióticos a todas horas ( y yo lo hacñia también).
Sí. Me hacían jugar al Munchkin y acabábamos casi a hostias.
Sí. Me trampeaban. Me hacían ver Serbian film, y leer Mi lucha y partes de la Guerra Civil.
Pero también me sacaron de la mierda más odiosa y me dieron los mejores 6 días del verano. Y no os les llevéis, ya lo digo, porque se vienen conmigo. A donde haga falta yo me los llevo. Y yo me voy con ellos a degradarme a cualquier otro lugar. Porque viajes así, no se pagan con ningún dinero. Viajes así, son los que marcan de verdad. 

Viajes así, son leyenda...





Y LAS LEYENDAS SIEMPRE TIENEN SEGUNDA PARTE...


Y aquí acaba la historia de un viaje que no se puede contar. De un viaje tortuoso a las entrañas del averno del que nadie sale bien parado. De un viaje prohibido que quedará en la memoria....




POSIBLEMENTE LOS HECHOS NARRADOS NO SUCEDIESEN EN EL ORDEN CONTADO. PERDONAD LAS DISCULPAS.

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