Dios inmisericorde
Que de ella me alejas
Cuando más la deseo
Y la tengo más cerca.
Dios vengativo,
A ti dirijo mi grito
Del por qué, ¿por qué
Tanto castigo?
¿Por qué tanto dolor
Me es infligido?
¿Qué culpa tengo yo
De haber nacido
Enamorado de ella?
¿Qué mal he causado
Para ser apartado
Y que me arranques de su lado
Con esta distancia?
Dime, Dios rencoroso,
Si alguna vez te he fallado,
Para saber si es mi culpa
Vivir esta miseria.
Esta alegría miserable
Que tengo por bandera
De vivir feliz y cerca
Y morir si no estoy con ella.
Dime por qué juegas,
Dios de las mentiras
A llevarme al paraíso
Y en el éxtasis,
Mandarme al exilio
Separándome de ella.
Dime, Dios mío,
Cual ha de ser mi sacrificio
Para en el fin de mis días,
Morir a su vera.
Dime en mi último suspiro
Si he de morir
Y dejar atrás la vida
Para esperarla en el más allá
Y tenerla, aunque sea,
En la eternidad.
Dime, Dios, te suplico,
Para que detengas mis lágrimas
Que corren por pena
De no tenerla.
Dame, te pido,
La única respuesta.
Dime, ¿por qué?
¿Por qué vivo loco por ella?
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QUE SE ACABA EL MUNDO, CHAVALES
Profecías mayas, holocaustos nucleares, meteoritos, campos magneticos invertidos, gente sublevada contra el Dragón Rojo en China, gente sacandose los huevos por ahí, extraterrestres que nos destruyen...
¿ESTAMOS TODOS LOCOS?
El mundo no se puede acabar, hombre, porque queda mucho que hacer. Yo todavía tengo pendiente terminar el ciclo de Batman aquí, la monumental crítica destructiva a Walking Dead, mucha cerveza que beber, mucha vida que vivir.
En otros tiempos, podría haber dicho que si. Podría haber dicho que se acabase ya, que he vivido lo suficiente. Y lo he hecho. Sois conocedores de mis aventuras y desventuras, de mis alegrías y tristezas, de mis triunfos y errores, y etcétera, etcétera. Pero no. Mi existencia no acaba aqui. Queda mucho por avanzar. No me puedo morir y el mundo no se puede acabar hasta que vea atacar naves en llamas más allá de Orion, ni vea rayos C brillar cerca de la puerta de Tannhäuser. No es hora de morir, no.
Es tiempo de vivir, ser jóvenes y alocados. De ser eternos...
CONSIDERAD ESTO MI REFLEXIÓN DE ESTE AÑO.
Pero vaya, hablando de canciones, como esta que deberíais haber escuchado, me viene a la cabeza aquel dulce sonar, aquella linda melodía que no para uno de canturrear, y también me viene esa puta mierda que te repica los tímpanos como una metralleta, como si te hubieran clavado el pico de un martillo neumático en la cabeza y no parasen de darle con mala hostia.
Exacto amigos, por primera vez en Ciego de Palomitas, salvo excepción de Meet the Feebles para los puristas, vamos a adentrarnos en el mundo del cine musical. Esas películas que, como dice mi abuela, hablan muy raro y no gustan a la gente porque hay que leer todo el tiempo lo que pone en la pantalla para saber que dicen, además, que no paran de cantar. Esas películas, tan... tan... tan como esta maravilla del séptimo arte.
ROCK OF AGES ( Rock of Ages, Adam Shankman, 2012)
Subjetivamente, según lo que dicen expertos en la materia, el director, guionistas y actores, creo, la película consiste en algo así como Tom Cruise convertido en un músico drogadicto venido a menos estafado por todo el mundo y por su productor sobre todo, que tiene un rollo raro como un mono que robaría de algún zoológico ilegal y su carrera como solista después de dejar a su grupo musical. Por otro lado, un antro rockero infernal, rollo Ariand Dark, se viene abajo porque no ganan para disgustos y mucho menos para pagar cosas. Así que les van a meter un embargo curioso. Así que, con la ilusión de un chavalín que llega a trabajar en el bar, enamorándose de una camarera y empezar una preciosa historia de amor que no lleva a ninguna parte durante toda la película pero que al final acaban siendo la pareja más feliz del mundo, buscan contratar a Tom Cruise para dar un conciertazo y triunfar, rescatando el bar y solucionando los problemas de su vida de mierda.
La parejita feliz. Él, rockero rollo Bieber. Ella, putuca como ella sola
Tom Cruise actuando a cambio de farlopa y whisky barato, garrafón de Hacendado.
Objetivamente, es decir, desde mi punto de vista, consiste en un compendio de mierda absoluta. Veamos. Una película normal está basada en el aspecto visual, fundamentalmente, acompañado de un buen diálogo. Y un musical, acompañado de la escenografía visual, tiene que llevar el elemento característico MUSICAL. Es decir, buena música, ¿no? ¿Es así?
No lo tengo yo muy claro..
En este caso, este compendio, como he dicho, radica en un conjunto de aberraciones musicales, junto a una historia más que vista, lamentablemente patética y previsible, y desde luego, interpretaciones nefastas. Violan cada uno de los mitos ochenteros musicales. Uno por uno. Repetidas veces, con vicio y sadismo y perversión.
Y, la que más me duele, la canción que más amor y confianza en mi me inspira, esa que me hace sonreír siempre, también destruida....
Iros a tomar por culo en vuestro incesante empeño de joder himnos musicales y destruir a los Journey. Bazofia absoluta de musical, de música y de película en general. Seguimos. Pero os dejo la versión buena de la cancion, para que os deleitéis un poco entre tanta basura.
[Flashback: Una canción que puedes escuchar en un vagón en medio de una tormenta de pesadumbre y tristeza en el metro de Nueva York, tocada por dos jóvenes sacando dinero, pero que aún así, en medio de esa espiral de un mundo que se derrumba y se vuelve contra ti, te hace sonreír...]
Venga, venid a decirme que no importa la historia o los diálogos y cosas así, y que lo fundamental es entretener. No, no lo hace. No entretiene en absoluto. Te sumes en una espiral de odio y asco que te lleva a continuar con el visionado de esta porquería hasta que ya se te quema el cerebro, revientas la televisión o acabas la película, con suerte, vivo.
Y si no fuera poco con una historia insulsa de amor, se convierte en el desvarío padre con católicos anti-rockeros y homosexuales repentinos que acaban descubriendo su amor verdadero. No se qué pasa con el mundo y menos aun con esta película. Pero cada vez me fascina más la mente humana.
EL rock es SATÁN
Estos son la parejita feliz. NO preguntéis. No lo hagáis...
Cabe destacar la actuación estelar de Tom Cruise que, gracias a la obra de los directores y productores y esa gente forrada de dinero, consigue engañarnos con eso de que hace su papel de borracho y drogadicto. No os engañéis. Está asi toda la película. Borracho y drogadísimo. Tal cual. COn la compañia del mono feo ese perdido de la mano de Dios y con un protagonismo que no tiene. Es, realmente, la estrella que sirve para darle nombre a la película pero que en realidad no aporta nada. Su colaboración en el film es nula.
Una escena es una botella
Pero mucho mejor permanecer a la sombra de esta morralla que hacer como los moñas de los protagonistas y destruir su reputación en el desarrollo de semejante cochambre musical. Deciais de High School Musical o de Camp Rock, que son dignos candidatos a los Oscar en comparación con Rock of Ages. No se, amigos, si queréis que el género musical siga así. Dónde quedaron los tiempos de Grease, de Rocky Horror, musicales buenos.
Donde están esos tiempo que nunca volverán....
Suerte, amigos, en vuestra aventura musical, pero, sinceramente, saldría más rentable si nos juntamos unos pocos y hacemos un lipdub o un flashmos de esos para montar nuestro musical propio.
Dicho queda. Cuidaos todos, gamberretes..