[...De cómo un minuto puedo ser la persona más feliz del mundo y al siguiente simplemente estar hundido. Eso de estar irradiando felicidad, a punto de explotar, y de repente volverte a ver perdido... sólo... esperando. Volviendo a esperar. Y a seguir esperando hasta volverte a ver.
Esa felicidad cambia a tristeza, a nostalgia, repentinamente. Pero no es un dolor. No es una angustia. No. Es una tristeza alegre. Porque se que se mantiene latente, dejándome como ahora, al parecer vacío, pero lleno. Sólo es un vacío fantasmal. Es echar de menos como nunca. Por eso es un falso vacío, porque en realidad no existe. Estoy lleno. Repleto de lo mejor. De ti.
Y esta tristeza sé que dura, y es constante esta nostalgia. Pero dura poco. Y sé que cuando acaba, porque acaba, llega la felicidad más absoluta. Como un huracán. Llega pegando fuerte y me vuelve a convertir en la persona más feliz del mundo, igual que en ese minuto previo a decirte adiós y quedarme triste. Cuando vuelves tú, se va la tristeza y estalla un ciclón de alegría. Un tornado, un tormento que hace que me vuelva más loco por ti.
Porque así eres tú. Como un huracán que llega abriéndose paso en el cielo azul. Sólo que esta vez el cielo azul es tristeza. Y me abrazo a mi huracán. Me abrazo a ti. Y me dejo llevar. Volar. Donde me lleve el huracán. Siempre junto a ti.
Y un huracán que aparece de repente, sobre todo. Sin esperar verte, como el huracán que se abre paso entre la multitud, apareces. ¿Que si tengo hora? Para ti tengo todo. Todo lo que pueda darte es para ti. Y pienso hacerlo durante toda mi vida. Así, sin esperarlo, sorpresivamente, mi huracán, mi vendaval, arrastra toda la tristeza con un golpe de viento, y sin apenas tiempo de darme cuenta, me convierto en esa persona más feliz del mundo. ¿Habrá otras personas que aseguren serlo? Por supuesto. Pero no creo que ninguna como cuando estoy contigo.
Así, sin saberlo, apareces. Y estás conmigo de repente. Y te quiero. Y estoy contigo y no puedo pedir más. Sólo que mi huracán de felicidad se alargue eternamente...
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Hoy os vengo a contar la historia de un habitante monstruoso y de un héroe.
"De un héroe que conducía su Skoda a través de las regiones de Moravia apresurándose, puesto que este monstruo del que hablamos vive en una ciénaga, y sale para comer a los turistas de la ciudad de Praga... y su nombre... es Jozin. "
*NOTA DEL AUTOR: La traducción es aproximada.
"Jozin de la ciénaga. se arrastra por la niebla. Jozin de la ciénaga está llegando a la ciudad. Se afila los dientes. Muerde, estrangula.¿quién hubiera pensado que para acabar con Jozin sólo podría usar fumigador?"
Esta canción, que la mayoría conocéis, o deberíais al menos, es un relato medieval adaptado a los tiempos modernos, haciendo crítica del capitalismo y de la podredumbre de la sociedad. Continuamos con la lírica de la canción, pura poesía.
"Llegué al pueblo de Vizovice y me recibió el alcalde y me invitó a una bebida. "-Al que acabe con Jozin -prometió- sea vivo o muerto, le entregaré la mano de mi hija como esposa y la mitad de la Granja Nacional.-"
He aquí el medievalismo de su belleza. Un caballero anónimo que viaja hasta remotas localizaciones para salvar y liberar a una ciudad del terror del monstruo. Buscando, como no, una recompensa, en este caso, la hija del soberano del pueblo atemorizado en cuestión, y extensas tierras que le aportarán riqueza. Pero la codicia en este nuevo mundo lo es todo. Y el caballero quiere más y más.
"Jozin se arrastra por la niebla, se aproxima al pueblo. Jozin se afila los dientes. Jozin muerde, estrangula. ¿Quién iba a imaginar que para acabar con Jozin sólo pudiera usar fumigador?"
¿,Veis, amigos, la crítica moderna entre las líneas del relato de fantasía? Sólo se puede usar fumigador, dice. Porque el hombre es un lobo para el hombre. Homo homini lupus. Y la única forma de ser libres es aniquilar nuestra propia obra. Abusar del tóxico pesticida que a la vez que nos salva, nos mata e intoxica poco a poco.
""-Deme usted un avión y pesticida- le dije al alcalde- y le traeré a Jozin sin dudarlo." Me ayudó el alcalde en la mañana y sobrevolé el cielo. Y el pesticida roció a Jozin.
Jozin del pantano, cubierto de pesticida. Jozin escapa del pantano. Jozin cae sobre las rocas. Este es su fin. Me lo quedaré y lo guardaré. Pero como el dinero es el dinero, se lo venderé al Zoo."
Y esta es la codicia de la que hablabamos. El héroe rechaza a su amor, a la hija del alcalde, por el dinero, por venderlo al Zoo. Esta es la pérdida de los tiempos. La muerte del héroe romántico. Una crítica moderna camuflada en el pasado.
O bueno. Una canción checa de 1977 que es la hostia. Y muy ritmica. Y pegadiza. Y la polla, demonios. Esa canción que me pude pasar 2 días enteros escuchando y bailando al ritmo del vídeo. Asombroso. Me poseyó y se apoderó de mi y de mis actos. Yo era Jozin Z Bazin y Jozin Z Bazin era yo. Analicemos de dónde surgió este mito musical.
Pero antes veamos una recreación de los hechos.
Ahí lo tenéis. Hasta en largometraje.
Esta es la historia de Jozin. De la leyenda monstruosa de Praga. Pero, ¿quién ideó la canción? ¿A quién debemos la autoría de tan titánica obra musical? Con ustedes, un apartado de vida y obra, que vale por dos. Dos grandes Dioses del Olimpo checoslovaco: Ivan Mladek e Ivo Pesak. Adelante.
¿Que quiénes son estos dos jovenzuelos de copillas y jarrillas? Estos locos mozalvetes no son ni más ni menos que aquellos dos jóvenes que a ritmo de trompa de pato, banjo y flautilla revolucionaron las caderas de toda la República Checha allá por el 1977. Estos de arriba, son estos de abajo, paradójicamente.
Eso es, amigos, Ivan Mladek no es otro que el cantante, la voz que escucharemos siempre que escuchemos el relato de Jozin, e Ivo Pesak es este hombre de la barba que tiene un ritmo de baile y una capacidad locomotora... fascinante.
Dos carreras musicales y una sóla vida. Más que amigos, estos dos. Todo comenzó, supongo, cuando Ivan Mladek, el patillas, montó su famosa Banjo Band.
Y nadie sabe si fueron las letras, su toque humorístico, o el propio banjo lo que hacía las canciones tan pegadizas, antes y ahora, porque el hombrezuelo sigue rodando por la carretera, sin parar. Ya lo dije Neil Young, mejor quemarse que desaparecer poco a poco...
Pero escuchemos sus canciones, por Dios y Cristo redentor. Veréis que son trabajos y pegadizas. Y sobretodo el banjo, que se te mete en la cabeza y te pasas las horas intentando cantar en checo sin tener ni idea del idioma.
Demonios. Es un virtuoso del Banjo y de la lírica. Esta canción está hecha con abreviaturas y siglas. Por lo que, al intelecto humano del exterior de Checoslovaquia, es inteligible. Aún así, espectacular. Sobre todo por el bailecillo que la Banjo Band se marca al final de la canción. Exaltación pura de la amistad. Bravísimo. Me quito el sombrero ante Mladek
Pero antes de todo esto, antes de la Banjo Band, tenía que estar por ahí Ivo Pesàk. Otro genio. Descúbranlo.
Si bien Mladek era y es un virtuoso del Banjo, instrumento de instrumentos, Pesàk lleva el ritmo en el cuerpo. ÉL ES EL RITMO. Él inventó el ritmo. Y desde luego, coreógrafo como ninguno. Vean, si quieren, y descubrirán a un artista sin igual.
Tened claro, pues, que antes de morir en 2011, que en paz descanse y Dios guarde su alma, Ivo Pesàk INVENTÓ el Gangnam Style ese que tanto os gusta. Porque no creo que haya cosa más clara que la insipiraión del coreano mongolo ese a partir del vídeo-baile de Pesàk. Y no sólo baile, pues no quiero menospreciarle como artista musical. Sus canciones, en checo también, son mágicas.
Ese loco rockabilly checo...
Y de ambas historias, como ya sabemos, vino a tener lugar la mejor canción que exista sobre la tierra. Por encima de los Stairways to heaven, de los November Rain, de Hendrix, Morrison, hasta de Elvis, que coño. Y, sin duda, abajo los Rolling, los Beatles, los Who y Woodstock y todos los directos de la historia. Ni siquiera Alice Cooper con sus pesadillas es capaz de superar ESTE DIRECTO.
En efecto, amigos. Pese a que Pesàk este un poco gastado, la aparición de el monstruo Jozin y la representación consecuente transciende los límites de la realidad. No me digais que no habéis flipado con el tío disfrazado de avión echando pesticida.
Eso sí, la canción, la original, el video que conocemos, va mucho más allá. Porque sabemos quien es Pesàk, y sabemos quien es Mladek. Y sabemos la historia. Pero...¿Quién es este hombre?
Siniestrísimo...
Y, desde luego, no se me olvide mencionar la mejor parte de la canción, que siempre me recordará a mi gran ASerbianBlog. El típico POM, POM ,POM, del comienzo de la canción que te despierta a las 7 de la mañana un día de resaca. Gracias, amigo. Y gracias a este señor tan gamberro por inventarlo con su mágico instrumento.
Y esto es todo amigos. Un análisis en profundidad de una canción que marcó un antes y un después en mi vida, y espero, en la vuestra. Así que, IN MEMORIAM, para despedirnos, os dejo un enlace que no puedo colaros como vídeo, pero que merece la pena verlo. Vaya que si la merece. Hasta siempre, Ivo. Nos vemos en Valhalla.
Ivo Pesàk 1944-2011. Eterno...