miércoles, 5 de septiembre de 2012

Life.

[Deja que tu pelo,
tu pelo bañado por el Sol,
sea la luz,
sea mi guía.
Deja que tu piel morena
tostada a fuego lento,
con el mismo Sol de tus cabellos,
me sirva de refugio,
y sea mi oscuridad,
mi guarida.
Dejame perderme contigo,
en el claro y en el oscuro,
y probar el contraste de mi palidez
por ver semejante belleza
con la negrura de tu cuerpo.
Vente y disfrutemos
y vayamos a ninguna parte,
y al despertar nos encontremos
cara a cara otra vez,
 a los ojos mirándote,
y recordando por qué
me dejé llevar por ti,
y me volví a perder...]


Hoy tengo que haceros un terrible anuncio. Pésimo. Destestable. Por el cual me odiaréis y me odiarán vuestros hijos, los hijos de vuestros hijos y los hijos de los hijos de vuestros hijos...Por siempre.

Esta es, para lo que se hayan molestado en contar, la entrada número 74 de mi blog. Lo cual quiere decir que, salvo mal mayor, asesinato, venganza camorrista y/o atropello casual, habrá entrada 75, la cual será digna de celebración apoteósica.



Y aunque sea duro, y vuestra actitud de rechazo y desaprobación quiera que desista de mi desesperado intento de cambiar el mundo con un blog tan triste y patético, me da igual lo que digáis.



Porque voy a por vosotros.


Llega un momento en la vida, de eterna juventud, en el que te da igual todo. Porque vives para disfrutar. Vives la vida. No hay preocupaciones. No hay penas que te tiren para atrás. No hay más tu tía. Sólo haces lo que quieres hacer. Lo que sale de uno mismo. Y ese momento es ahora.



Sólo os dejo esta breve reflexión que será aumentada en pocos días, posiblemente el sábado, que será la triunfal 75 entrada, o incluso antes. Sabe Dios. Os espera crítica cinematográfica de Dredd y reflexión que te cagas. Así que echar a correr. Porque tenéis los días contados.

Bona nit, bonasera.


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